
Y yo sólo iba a por un par de telas rosas... Pero es que no me pude aguantar. O mejor dicho, menos mal que me aguanté, porque había muchas telas que me gustaban! Me enamoré de la tela de los cerditos rosas, aún no sé para qué la usaré, pero algo caerá. ¿Y qué me decís de las mariquitas? Voy a tener que ponerme a pensar en nuevas labores para darles uso...